lunes, mayo 15, 2006

Latinoamérica y la Globalización

MÁS SOBRE DANZAS Y CONTRADANZAS EN LATINOAMERICA

Por Luis Antonio Barry
(Ver artículo anterior: LATINOAMÉRICA: danzas y contradanzas)



En una oportunidad anterior aludía a las danzas y contradanzas de Latinoamérica con referencia a los cambios políticos, especialmente en lo que ha sucedido con la derrota de viejos regímenes y la aparición de nuevas corrientes o, más que nada, figuras nuevas –o exóticas como las llamé- lo que en la generalidad de los casos no ha respondido positivamente a las expectativas del electorado.

Pero estas variantes en Latinoamérica tienen pretéritos antecedentes y hasta existen algunas teorizaciones que hablan de modas que se extienden o de efectos de contagio. Algunas pinceladas dan color a estas afirmaciones.

Para no ir muy lejos se puede comenzar con lo que en la segunda mitad del siglo pasado sucedió con la cadena de derrocamientos de los conocidos dictadores de entonces. Comienza con Perón en 1955 y así en distintos tiempos ocurre lo mismo con Pérez Jiménez, Batista, Trujillo, Rojas Pinilla, Somoza y otros tantos, hasta llegar a Stroessner.

Eran momentos de plena guerra fría y en los que los Estados Unidos trataban de mantener una férrea disciplina de alineamiento en los países latinoamericanos, por ello es que estas caídas completaban la respectiva teoría al respecto diciendo que “EEUU estaba soltándoles la mano a los dictadores”, lo que podía ser una generalización no siempre admisible en algunas particularidades.

Luego vinieron distintas variantes que en general se agotaron en alternancias entre gobiernos civiles y militares, hasta que hubo momentos de alta predominancia de las fuerzas armadas con permanencias prolongadas, muchas inspiradas en impulsos mesiánicos y hasta con intenciones de casi eternidad.

Los casos de Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Bolivia, Perú, Paraguay y Ecuador son por demás conocidos y demostrativos.

También se generalizaba entonces atribuyéndose a una nueva intención de EEUU y su consecuente respaldo, lo que tampoco es aceptable para todos los casos.

El retorno a la democracia se fue dando escalonadamente, con variantes, con mayores o menores dificultades y hasta con tropiezos y accidentes. También hubo atentados para interrumpirla: Bolivia, Paraguay, Argentina, Ecuador, Perú y Venezuela cuentan con episodios debidamente registrados.

Curiosamente varios de los principales protagonistas de esos conatos han canalizado sus frustraciones golpistas a través de postulaciones electorales con distinta suerte, distinguiéndose los casos de Chávez en Venezuela y de Gutiérrez en Ecuador que llegaron a alcanzar la Presidencia en sus respectivos países. Queda por ver la suerte de Humala en Perú según la segunda vuelta electoral, aunque las encuestas del momento parecen no favorecerle.
Pero existen otras variaciones, además de las de tipo institucional, que se comportan como denominadores comunes o que parecieran tener esos efectos expansivos ya mencionados.
Sucede con los “populismos” o con los que se han dado en llamar “neoliberalismos”. Pareciera que se combaten unos a otros, a veces sucediéndose en el poder, pero con una constante: siempre aferrados a las cuestiones microeconómicas, con políticas de corto alcance, sin políticas de estado o estables que provoquen sólo correcciones coyunturales y no teniendo que apelar a graves y desorientadoras marchas y contramarchas.

Ello es causa suficiente para sólo renegar de la globalización, por ejemplo. Sin ánimo para estudiar o desentrañar las razones de su existencia como fenómeno y menos aún para analizar planes estratégicos que permitan insertarse en esa economía planetaria a partir de una revalidación táctica de sus respectivas ventajas relativas. Es más fácil oponerse como ladrando a la luna y victimizarse frente al pueblo como una nueva forma de transferir culpas o responsabilidades.

Esa costumbre instalada de pensar más en las próximas elecciones que en las próximas generaciones, según se ha dicho.

Lleva también a comportamientos inconsecuentes con decisiones tomadas. A las negativas de algunos para adherirse al ALCA, según propuesta de los EEUU, se suceden actitudes de debilitamiento de los bloques geopolíticos tal como sucede en estos momentos con la CAN (Comunidad Andina de Naciones) según los ataques de Chávez porque dos de sus socios, Colombia y Perú, han entablado gestiones de acercamiento a aquel tratado.

Algo similar está sucediendo en el MERCOSUR donde se mezclan distintos ingredientes. Por una parte el inentendible conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación fronteriza y río por medio de las fábricas de pasta de celulosa (llamada crisis de las papeleras); por otra las quejas de Uruguay y Paraguay como socios minoritarios frente a desaires de los mayoritarios como Brasil y Argentina, con el apoyo de Chávez asistiendo en Asunción a esa reunión crítica; las alarmas sobre una posible crisis en el suministro de gas por los anuncios nacionalistas de Evo Morales y que dieran lugar a una rápida reunión de cuatro Presidentes (Morales, Kirchner, Lula y Chávez) para conocer los alcances de la decisión y tomar precauciones.

Corresponde hacer un análisis de algunas de las partes

Los bloques de naciones tienen sus dificultades para consolidarse. Si bien la gran experiencia antecedente de la Unión Europea puede enseñar muchas cosas, también se necesitan otras.

Todo el período de construcción requiere vocación para la cohesión, coherencia, estabilidad individual para lograr la estabilidad grupal, lealtad, nivelación y otras que son propias de la “affectio societatis”. Todas estas actitudes son como el período de noviazgo en la pareja, su demostración irá creando las mejores condiciones para el matrimonio y según la medida y forma en que vayan superando las previsibles y lógicas crisis. Lo importante es que haya convicción en el objetivo final.

Muchos años de noviazgo consumieron los países europeos para llegar a la boda, que aún no ha concluido y que requiere de permanentes adecuaciones y ajustes a las nuevas realidades, pero existió la meta de Maastricht que sirvió, entre otras muchas cosas, para mensurar las convicciones de pertenencia a través de las acciones consecuentes de adecuación.

Por ello este trastabilleo de la CAN y del MERCOSUR debería transcurrir como una cuestión normal y los ataques y actitudes del Presidente de Venezuela, con anuncios de defunciones institucionales súbitas, resultarían inocuos si hubiera una estructura alentada por vocaciones fuertes y definidas.

Es de esperar que los líderes de los países comprometidos depongan actitudes circunstanciales y renueven la confianza en las bondades de la agrupación. Para ello sería bueno que se informaran del fenómeno nuevo que demuestra la crisis en la figura de Estado-Nación y augura mejores posibilidades a través de la nueva estructura de Estado-Región, por mejores posibilidades y vigores para competir en la economía global.

Por otra parte el Presidente Evo Morales, además de otras medidas de gran corte sensacionalista, como la expropiación y hasta la confiscación de tierras, anunció la nacionalización de las reservas y de la producción energética, sin conocerse todavía los alcances de detalle de esta decisión.

El verbo “nacionalizar” ha transitado las tierras de Latinoamérica en diversas oportunidades a través de la historia no muy lejana. Siempre ha resultado algo impreciso en sus intenciones, pero también siempre ha resultado de alto voltaje emblemático, impulsor de grandes fervores y no siempre productor de resultados positivos.

Sólo un ejemplo: en 1975 la entonces Presidenta de la Argentina Da. Isabel Perón “nacionalizó” las bocas de expendio de combustibles pasando todas al dominio de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) y cualquier argentino con algo de mínima memoria coincidirá en que los servicios fueron los peores que se han conocido.

Si como se ha dicho luego de la reunión de cuatro Presidentes en la ciudad de Iguazú, a la que ya se aludió, no habrá crisis de suministro pero si reajuste de precios a través de negociaciones bilaterales, especialmente con Argentina y Brasil, parece una actitud razonable por parte del gobierno de Bolivia que quiere medir fuerzas de ese modo.

Cabrá a otros, Petrobrás-Repsol y alguna más, evaluar la significación empresaria de estar sometidos a una intervención estatal y a una pérdida, o al menos merma, de sus facultades de disposición.

Por esos efectos de contagio de estos raptos populistas a los que ya me referí ya se ha comenzado en otros países a hablar en términos similares. Fácilmente se desempolvan viejos manuales de ideologismos y se repiten esos vaivenes discursivos inflamados de fervores revolucionarios. Y otros se suman para no ser menos y en un efecto espiralado se sigue creciendo en las expresiones, pero en nada más que eso.

Viejos remedios para nuevas enfermedades surgen de las entrañas de los caducos estilos políticos.

Hasta en la disputa electoral por segunda vuelta en Perú el tema se ha colado: ambos candidatos hablan de revisar concesiones.

Tal vez una de las condiciones más preciadas para atraer inversiones consista en la seguridad jurídica y en la estabilidad de las reglas de juego.Con estos ejemplos y en estos casos nada se deja de hacer para ahuyentar o para desalentar las intenciones de invertir.

Pero es otra de las inconsecuencias regionales que pueden dar las claves para responder a los frecuentes interrogantes que dicen no entender las razones de las postraciones.

Recientemente en el Congreso Nacional de la Argentina aplaudían incondicionalmente el discurso de la Presidenta de Chile Da. Michelle Bachellet cuando afirmaba que su país era un país globalizado y que quería comerciar con todo el mundo. Muchos de esos mismos congresales (senadores y diputados) poco tiempo antes habían impulsado una declaración contra la globalización, repudiándola en términos generales.

Muchos de ellos son los que votaron una ley declarando la intangibilidad de los depósitos bancarios y a los pocos días convalidaron la inamovilidad y luego la confiscación de esos mismos depósitos o tal vez los que aclamaron a un Presidente de breve permanencia cuando anunció que no se pagaría la deuda externa y luego también aclamaron la cancelación de la deuda con el FMI.

Como es de ver el escenario es muy rico y habría mucho más para contar

También se relativizan las decisiones de Evo Morales en tanto le atribuyen efectismo electoral dado que en poco tiempo se celebrarán elecciones para reformar la Constitución de Bolivia.
Es más, se adorna esta afirmación con el hecho de que antes de lanzar sus anuncios estuvo reunido en La Habana con Fidel Castro y Hugo Chávez, tal vez, dicen, para recibir lecciones sobre como impactar a través de un variado cotillón revolucionario.

El que más goza es Fidel Castro que se siente reencarnado en Chávez o Morales como nuevos protagonistas de su inagotable revolución que ya es casi semisecular y porque con sus lecciones logra acrecentar los nuevos mecenazgos que le permiten la pobre subsistencia de los pobres cubanos.

En todas estas marchas, contramarchas e inconsecuencias están las supuestas excepciones que con más razón ahora toman distancia prudencial de estos acontecimientos para mantener sus políticas maduras y coherentes.

Pero en ese panorama existe un dato nuevo que si bien ya se lo mira con cuidado deberá ser observado con extremada atención de aquí en más. Se trata del Presidente Chávez y sus injerencias en otros países y de sus devaneos de alcances extraterritoriales.

Algunos datos

Trascendió la actitud de reproche que los presidentes Lula y Kirchner tuvieron para con él en la reciente reunión en San Pablo. Es más, él mismo la reconoció al decir que “había ido de bombero y había salido quemado”.

Su intromisión en el proceso electoral de Perú no sólo apoyando a Ollanta Humala sino injuriando a Alan García hasta provocar la lógica reacción del todavía Presidente Toledo trajo aparejado el consiguiente retiro de los respectivos embajadores.

Ya en la reunión de la Cumbre de las Américas en Mar del Plata (Argentina) hizo otra reunión de “contracumbre” para atacar al Presidente de los EEUU, con figuras de diversa proveniencia y un largo discurso, seguramente para demostrar su aplicación a las enseñanzas retóricas de Fidel Castro.

Ahora en Viena donde se reúnen los países de la Unión Europea con los de Latinoamérica y El Caribe se conocen afiches y anuncios de otro orden convocando a otra “contracumbre” acompañado por una de las hijas del Che Guevara.

Pero no termina allí, hay anuncios de que irá a Inglaterra para realizar algunos actos con opositores a Tony Blair y así manifestar sus disidencias con el líder británico.

Mientras tanto en estas tierras de Latinoamérica le siguen el tren a pesar de los reproches y disgustos. Kirchner porque le ha comprado bonos de la deuda nacional, Lula por una adhesión necesaria y por intereses diversos mientras los tres juntos siguen hablando de ese utópico gasoducto que cruzaría América del sur desde un extremo al otro. No obstante Chávez había alentado el trazado de un gasoducto desde Bolivia a Uruguay evitando pasar por la Argentina.
Estos juegos de Chávez traerán problemas. Si bien el barril de petróleo a 75 dólares le permite hacer cualquier cosa como apoyar al Presidente de Irán en su plan de desarrollo nuclear habrá un momento en el que las paciencias se agotarán.

Ya no será posible que Argentina le designe como Embajadora a la de su elección como ha ocurrido ni que se siga paseando como un todopoderoso por el mundo y especialmente por Latinoamérica entrometiéndose en los problemas nacionales. La experiencia indica que estos procesos se agotan, pero mientras tanto hay que ir dejando de lado la gracia de sus anécdotas retóricas en “Aló Presidente” e ir pensando seriamente en que hay un nuevo dato para analizar los problemas y ese dato es problemático.

No importa su actitud con EEUU frente a un Presidente ya en el ocaso de su popularidad y que seguramente se retirará de su cargo envuelto en lo que se prevé como un repudio generalizado.
Tampoco importa si es cierto que en el caso de que la oposición se niegue a participar en las próximas elecciones presidenciales las convierta en un referéndum para permanecer en el poder hasta el 2031.

No importa, sólo serán nuevas manifestaciones de un inagotable “in crescendo”

Lo que importa es que la dignidad de los países se niegue a tolerar sus actitudes de nuevo rico que se enseñorea a nivel internacional mientras mantiene intacta la estructura de pobreza en su propio país ya que sus políticas son de mero asistencialismo selectivo, electoralista y prebendario al mejor estilo de los tradicionales populismos de la región.
Hay un nuevo dato para el análisis de Latinoamérica. Y es problemático. No lo olvidemos.

Luis Antonio Barry
Buenos Aires, mayo de 2006

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